CORONAVIRUS TRATAMIENTO

El virus COVID-19 se multiplica de una manera exponencial inicialmente en la garganta. Se calcula que cada virus, una vez entra a la célula, produce 100.000 réplicas en 24 horas, que a su vez infectan nuevas células.

Este proceso a los 5 a 14 días comienza a producir molestia en la garganta y leve malestar en algunas personas, aunque en la mayoría puede no causar ningún síntoma, pero si puede contagiar a otras personas. Muchos estudios muestran que 2 de cada 3 personas se contagiaron de alguien que era asintomático.
Por eso es importante guardar una distancia social de dos metros para evitar que pequeñas gotitas de saliva, que se producen al hablar, gritar, reír, estornudar o toser, puedan llegar a contaminarnos al respirar.
Además se sigue insistiendo en el uso obligatorio de la mascarilla en cualquier ambiente social, como barrera en las dos direcciones: No contagio, no me contagias. Esto ha desatado actualmente la “guerra de las mascarillas” entre Europa y los Estados Unidos, ya que su producción ha sido insuficiente.
La OMS ha sido negligente al no haber alertado sobre este cuidado desde un comienzo, limitándola solo para los enfermos sintomáticos y personal médico.

La prueba o test para confirmar la enfermedad se toma con un escobillón “hisopo” de la parte posterior de las fosas nasales (orofaringe) y los investigadores han cuantificado el virus en cada escobillón, llegando a encontrar unos 700 millones de virus en los pacientes que son “positivos” para coronavirus.

Con la tos el organismo intenta expulsar virus que ya se encuentran en los pulmones, saliendo en forma de aerosol.
Cuando la carga viral es intensa los alvéolos colapsan y se hace evidente la dificultad respiratoria, que requiere soporte de oxigeno con mascarilla y en caso extremo con un respirador. Esta situación se presenta en un 4 a 5 % de los casos, afectando especialmente a los mayores de 60 años con alguna patología previa.

TRATAMIENTO PARA EL CORONAVIRUS

No existe tratamiento específico contra el virus, aún que en algunos casos, severos, se han suministrado tratamientos experimentales a base de Hidroxicloroquina combinado con azitromicina con resultados no concluyentes. También se ha utilizado experimentalmente un retroviral el Remdesivir que ha sido útil en el tratamiento de otros coronavirus, se esperan las conclusiones.

El tratamiento sintomático consiste en controlar la fiebre y el malestar con Acetaminofen, reposo, aislamiento, hidratación, aireación y terapia de apoyo emocional.

AGUA JABONOSA, TRATAMIENTO TÓPICO EXPERIMENTAL

Teniendo en cuenta que el punto de ataque inicial del virus es la garganta, donde se multiplica exponencialmente, sin dar síntomas, alcanzando miles de millones en pocos días (una semana) y sabiendo la sensibilidad del virus a la acción del jabón, tal como lo demuestran todos los estudios, nos permite inferir, por deducción lógica, que los gargarismos con agua jabonosa (2 onzas de agua + una cucharadita de jabón de tocador) pueden destruir millones de virus de la orofaringe, reduciendo el impacto del virus sobre el individuo, mejorando su pronóstico y reduciendo la carga para posibles contactos.
Los gargarismos se ejecutan cada 3 horas, 6 veces al día, de la misma manera como se hacen con otros antisépticos orales (listerine o Isodine bucofaringeo) en el tratamiento de infecciones bacterianas de amígdalas y orofaringe.

Nuestra recomendación es para las personas que se consideren en riesgo, por haber estado en contacto con posibles portadores y para aquellas personas que ya se saben positivas para coronavirus.
Solo los estudios poblacionales controlados, podrán a futuro confirmar el beneficio real de esta terapia y obtener la licencia para producir un enjuague orofaringeo jabonoso estandarizado.

Dr. Belman Galvis M
Médico

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