Cinco recetas deliciosas de Jugos Detox
La dieta de jugos detox se ha vuelto muy popular en los últimos años como…
Existe un movimiento mundial que está de acuerdo en prohibir el uso del teléfono celular en menores de 12 o hasta 16 años, para evitar que el uso de las “pantallas” continúe afectando la salud mental y el desarrollo físico de los niños y niñas. Desde la antigüedad se conoce y se ha valorado la íntima relación de la salud física y la salud mental: “Mens sana in corpore sano” es una máxima de Juvenal del siglo II d.C. que destaca la idea de que existe un equilibrio entre una buena salud física y la salud mental, siendo directamente proporcionales, siendo las dos esenciales para alcanzar el bienestar.
Los celulares en la gran mayoría de los casos atacan estos pilares de la salud. Por un lado mantiene al niño y al joven en un mundo virtual, inmovil, alejado de las personas más próximas, cautivo, casi “preso” interactuando en ambiente irreal, en medio de combates ficticios y cautivantes, que le quitan el tiempo que se requiere para ejercitarse físicamente, le roba horas de sueño, al tiempo que le limita el desarrollo de sus habilidades sociales en un ambiente familiar sano y amoroso que le permitan alcanzar el equilibrio y bienestar mental.
El sedentarismo se considera un factor de riesgo que favorece la aparición y desarrollo de la obesidad, diabetes, afecciones cardíacas y deficiencias autoinmunes.
El uso excesivo de pantallas se ha relacionado con problemas de salud mental como agresividad, ansiedad, depresión, riesgo de adicción, trastornos del sueño y tendencias suicidas.
Además en el internet el niño y el joven se encuentran con otros peligros cibernéticos como abuso, violencia, bullying, tráfico de personas y estafas. Con el desarrollo de la Inteligencia Artificial todos estos peligros tienden a aumentar dramáticamente, sumergiendo al ser humano en un mundo absolutamente ficticio.
Ante este panorama muchos países, Francia, los países nórdicos, Italia, Holanda, Grecia, China, han comenzado a prohibir el uso del teléfono celular en menores de 12 años y hasta en menores de 16 años.
Qué papel juegan los padres?
No hay tiempo que perder, hay que actuar ya para atajar la epidemia que ataca el cerebro de los niños, antes que pase el tiempo y ya no haya marcha atrás. Es importante que las familias establezcan unos límites extrictos y estar presentes para para guiar, controlar y educar sobre el uso responsable de internet.
«Lo que realmente debemos promover es que los niños vuelvan a jugar», dice la Dra. Juana Willumsen, coordinadora de la OMS para la obesidad infantil y la actividad física. «Se trata de potenciar el tiempo de juego en detrimento del tiempo dedicado a actividades sedentarias, protegiendo al mismo el sueño.»
“El patrón de actividad general a lo largo de las 24 horas del día es clave: hay que reemplazar los periodos prolongados en que los niños pequeños permanecen sujetos o dedicados a actividades sedentarias frente a una pantalla por juegos más activos, velando al mismo tiempo por que tengan un sueño suficiente de buena calidad. El tiempo dedicado a actividades sedentarias que conlleven la interacción con un cuidador y no supongan la exposición a pantallas, como leer, contar cuentos, cantar y hacer puzles, es muy importante para el desarrollo del niño.”: OMS.